Laguna de Setiles
Bonita laguna, muy próxima a Gallocanta, amén de pajareros.
Dirección
Laguna de Setiles
GPS
40.726973699572, -1.6085958747858
Laguna de Setiles
Su nombre no deja mucho a la imaginación, es una bonita laguna y se sitúa en las inmediaciónes de la localidad de Setiles, muy cerca del núcleo urbano, aunque también podemos conocerla como la Laguna de los Majanos. Para acceder a ella, desde el Ayuntamiento de Setiles, caminamos por la calle Laguna, la cuál nos inicia en el camino de los Prados, el que en pocos metros nos conduce hasta la pequeña área recreativa situada en un extremo de la laguna.
Una de las curiosidades de la laguna de Setiles, es que está en alto, hay que remontar una pequeña loma ascendiendo por el camino hasta llegar a la cima del cerro, donde encontramos una pequeña depresión en la que se asienta. Es está depresión la encargada, en parte, de recoger y “embalsar” el agua de las precipitaciones, así como de posibles deshielos. Aquí confluyen todas las precipitaciones que caen en la cara oeste de Sierra Menera (las del lado este van hacia el Mediterráneo), que más tarde irán al río Gallo y de éste al Tajo.
Su tamaño no es exuberante, pero su caudal puede crecer muchísimo tras primaveras lluviosas y fríos inviernos. Otra de las características que hay que resaltar de la laguna de Setiles, es que su pequeño tamaño no influye para nada en la cantidad de especies de aves que aquí confluyen, gracias en parte, a su proximidad con la laguna de Gallocanta, paraíso de grandes aves migratorias ligadas al medio acuático. Es por ello, que en la Laguna de los Majanos, en las épocas adecuadas, podemos disfrutar de gran variedad de aves que hacen las delicias de pajareros y birdwatchers, como ánades azulones, multitud de patos, zampullín común, aguilucho lagunero, águila calzada o la bonita lavandera boyera.
Físicamente, podemos decir, que la laguna está partida a la mitad. Es atravesada por una pasarela que divide las aguas, haciendo de muro de contención para evitar posibles desbordes en épocas de grandes caudales, aunque ha pasado muchas veces, que ésta pasarela ha quedado sumergida por la cantidad de agua acumulada. Además estas aguas toman un color pardo cobrizo, incluso negruzco, el cuál se lo dan los compuestos ferruginosos presentes en el fondo de la laguna, procedentes en su mayoría de la extracción de minerales de Sierra Menera, en el pasado.
Por último resaltar que aunque no estamos en una de las zonas más conocidas de la comarca de Molina-Alto Tajo, el paisaje que aquí encontramos es maravilloso, podemos apreciar en todo su explendor la impresionte Sierra Menera, la cuál es morada de multitud de fauna gracias al paisaje resultante de la explotación de las minas, la Sierra de Caldereros, más que conocida y baluarte del Señorío de Molina con su Castillo de Zafra, vigilante desde su peñón rocoso, o las Sierras de Aragoncillo, tierra de minerales, o Sierra Molina, con los montes del Tremedal al frente.