Nacimiento del Río Escabas
Río serrano, salvaje y lleno de vida
Dirección
Nacimiento del Río Escabas
GPS
40.300306249278, -1.8525378967723
Nacimiento del río Escabas
El nacimiento del río Escabas tiene lugar en la cañada del Mostajo a 1.500 metros de altitud, en las inmediaciones de la sierra de Tragacete, cercano a los nacimientos de los ríos Cuervo y Júcar, y recorre tres comarcas conquenses, la Serranía Alta, el Campichuelo y la Alcarria, para desembocar en un recorrido de 60 kilómetros en el río Guadiela, poco antes de la cola del embalse de Buendía.
A menudo oiremos que el río Escabas nace dentro del valle del Hosquillo con la aportación del arroyo de las Truchas, pero su verdadero nacimiento o mejor dicho su primer nacimiento, siempre excepcional, que solo ocurre después de una buena temporada de lluvias es unos kilómetros más arriba, en un magnífico paraje llamado la Cañada Mostajo, donde discurre mientras se le van uniendo regueros, ramblas y arroyos menores como el arroyo de la Alconera o el del Vallejo del agua, para descolgarse por una cascada de varias decenas de metros, en el inaccesible valle del Hosquillo.
Este nacimiento se encuentra encuadrado dentro de un paisaje lugar no fácilmente accesible, escasísimamente humanizado y completamente deshabitado en algunos kilómetros a la redonda, a lo que podemos sumar el reducido tamaño de las pocas poblaciones por las que transcurre para resaltar la especial belleza y pureza de este río serrano.
Hay que resaltar en especial un paraje de este río, concretamente el llamado Rincón del Buitre, donde sus aguas se ven obligadas a precipitarse abruptamente generando un gran salto de agua acompañado de otros más pequeños, y surgencias que manan a sus pies, lo que después de 6 kilómetros aproximadamente de recorrido, le da a el río un carácter más permanente. A partir de este punto, el río, en mayor o menor medida ya lleva agua.
Por último resaltar la nada desdeñable labor que ejerce con los animales de la zona, el ejemplo claro lo encontramos con el Hosquillo, pero hay que mencionar los múltiples ungulados y aves que pueblan la Serrezuela de Valsalobre que hacen de éstas aguas su sustento principal.