SL PNAT 6 Rambla del Avellano (Arbeteta)
Una de nuestras rutas favoritas de todo el Alto Tajo
Dirección
Inicio y final en Arbeteta
GPS
40.668363826424, -2.4027897352821
Circular 12 Km | Desnivel 400 m | Duración 4 h | Ruta A píe
Sendero Local 6: Rambla del Avellano
La ruta de la Rambla del Avellano, o «los Ojos de Arbeteta«, tiene un trazado circular de 12 kilómetros de longitud y cuenta con un desnivel acumulado de unos 400 metros, no tiene una exigencia considerable, es un paseo que podemos hacer en cualquier época del año y para toda la familia, incluidas nuestras mascotas que seguro encontraran sitios donde hidratarse.
Caminando por caminos que recorren campos de labor, para más tarde, y ya en lo alto, adentrarnos en un bosque mixto compuesto por pino larício, carrascas o encinas y sabinas en su mayoría que nos acompañará en una soledad y tranquilidad solemnes. Más adelante pasaremos por los gamellones de la fuente de la carrera, abrevaderos que denotan la historia ganadera de la zona.
Cruzaremos un arco de piedra que muestra los caprichos de la erosión, nos encontraremos con los ojos del río Arbeteta, surgencia de la que brota el agua que da nombre al río, aunque sólo podremos apreciarlo en épocas de grandes lluvias, puesto que en épocas secas, el agua se filtra y no llega a la superficie.
Continuando por la rambla del avellano, descenderemos por un pinar, hasta volver a subir ligeramente para visitar el castillo y la Población de Arbeteta donde terminará éste recorrido por el que habremos visitado un paisaje de gran interés, lleno de formas caprichosas, zonas de umbría húmeda y de solana abrasadora, apariciones o no del agua que tanto anhelamos y el vuelo de incontables rapaces nos habrá rondado durante todo el día, sin duda un paseo imprescindible.
Señalización e Inicio de la Ruta
Esta ruta, actualmente la número 3 de los senderos oficiales del Alto Tajo, arranca en el área recreativa Los Caños, en el pueblo de Arbeteta, éste discurre por antiguos caminos que se internan en las laderas boscosas del cerro de los conejeros y recorre los límites de la Sierra de la Umbría.
Empezamos en el cartel situado en la salida del pueblo donde nos explican las características generales de la ruta, continuamos siempre buscando las balizas marcadas de verde y blanco, cruzamos un pequeño arroyo que rara vez vemos con agua, y hacemos una parada en la fuente que nos encontramos nada más cruzar.
<< Seguimos caminando por la pista que remonta la loma hasta encontrarnos con un mirador coronado por un cartel donde nos muestran las características del barranco de los Escaramujos, que quedará a nuestra izquierda. Desde aquí continuamos ascendiendo mientras nos vamos adentrando en un denso pinar mixto refugio de múltiples animales como zorro, jabalí o corzos. Continuamos siempre ascendiendo hasta llegar a una vieja construcción en lo alto de la loma que nos indica que giremos a la izquierda, a partir de éste punto iniciamos el descenso por la Rambla del Avellano.
Desde aquí iremos siempre descendiendo por la pista que recorre el interior de la rambla mientras observaremos el laborioso trabajo modelador de las aguas en éste entorno. Tanto la propia rambla como el paisaje rocoso que nos rodea han sido víctimas de la erosión y múltiples farallones rocosos y el famoso «arco de piedra» nos regalan postales preciosas para el recuerdo.
En época de abundantes aguas, en la confluencia de la rambla podremos ver los «Ojos de Arbeteta«, es la surgencia por la que brota el agua que da nombre al río, agua que debe ser abundante, ya que nos encontramos en un paisaje calizo, en el que la mayoría de las veces no abandona las galerías subterráneas.
El río Arbeteta es uno de los afluentes más largos del río Tajo, sin embargo es difícil precisar su aporte de agua, pues gran parte de su curso esta seco debido a que el agua se filtra a través de las calizas hasta una capa impermeable subterránea, por la que fluye hacia el curso del Tajo. Sólo en contadas ocasiones el río Arbeteta tiene agua superficial.
<< Solo queda continuar por la rambla hasta encontrar la pista que nos devolverá a la localidad de inicio, donde podremos disfrutar de la visita a su Castillo, disfrutando de uno de los desfiladeros más bonitos que existen, estrechos callejones entre peñas y tormos, preciosos ejemplares de encina o quejigo y una pequeña ciudad encantada que harán las delicias del caminante, proclamándose como otro de los favoritos de todo el Parque Natural Alto Tajo.