Ubicación:Molina de Aragón

Situada al nordeste de la provincia, es una ciudad con una gran riqueza monumental.
Destaca sin duda alguna su Castillo, situado en una ladera que domina el valle. Posee una muralla exterior, con numerosas torres de defensa, que rodea el perímetro y que protege la fortaleza propiamente dicha.
El castillo interior llegó a tener ocho torres, de las que se conservan restos de dos y otras cuatro en buen estado. Estas torres están comunicadas por un adarve almenado.
Otra visita muy recomendable es el Monasterio de San Francisco, fundado a finales del siglo XIII y en la actualidad el edificio es ocupado por una Residencia de la Tercera Edad, y por el Museo Comarcal de Molina de Aragón.
En el paseo por sus calles no podemos olvidar el barrio judío, de gran belleza medieval, y el barrio de la morería al otro lado del río. Sobre éste cubre el paso el Puente Románico, símbolo de la villa, realizado en arenisca roja y formado por tres arcos.
Sus templos cristianos de distintos momentos del arte nos llevan desde el románico de Santa Clara, en la plaza que lleva su nombre, a Santa María la Mayor de San Gil, totalmente reconstruida después de un incendio ya en el siglo XX; pasando por el renacimiento reflejado en San Pedro, con su preciosa espadaña mudéjar o el neoclásico del Convento de San Francisco.
Como testigo de su esplendor los palacios más significativos claman en sus blasones e inscripciones los nombres de sus insignes habitantes: Casa del Obispado Díaz de la Guerra, Palacio de los Arias, Palacio de los Montesoro… y entre todos ellos destaca el Palacio de los Molina, La Subalterna, que presenta un gran arco de medio punto abovedado en la portada con los escudos de los Molina.