Olvídate del mito de que las setas solo son cosa de otoño. La primavera te invita a disfrutar de una explosión de sabores y aromas con una gran variedad de setas comestibles. Desde febrero hasta casi el verano, descubre ocho especies que te conquistarán:
1. Colmenilla:
Un manjar para los paladares más exigentes. La colmenilla, con su peculiar forma de panal de abejas, es una de las primeras setas en aparecer. Su aroma y sabor delicados la convierten en una joya culinaria. La encontrarás en zonas bajas y húmedas, cerca de ríos y bosques de pinos.
Aspecto: Su sombrero tiene forma de panal de abejas, con alveolos profundos y colores que van desde el amarillo pajizo hasta el negro o marrón oscuro. El tallo es blanco y hueco, a menudo con toques amarillentos.
Sabor y aroma: Su sabor es intenso y ligeramente terroso, con un aroma afrutado y a nuez. Es ideal para guisos y acompañamientos ya que tiene la peculiaridad de absorver el sabor de sus compañeros de receta.
Temporada: De febrero a mayo.
Hábitat: Zonas bajas y húmedas, cerca de ríos y bosques de pinos.
Consejos: Si has recolectado Colmenillas y vas a probarlas por primera vez, recuerda que son setas que tienen toxicidad, por lo que el ideal es hervirlas varias veces y desechar el agua antes de cocinarlas o, nuestra favorita, sécalas y consúmelas de un año para otro. Cuando las rehidrates estarán ¡cómo recién cogidas!.
2. Marzuelo:
Un tesoro escondido en la montaña. El marzuelo, con su sombrero gris oscuro y su textura firme, se camufla a la perfección en prados y bosques de montaña. Su sabor intenso y su aroma afrutado lo convierten en una seta ideal para guisos y salsas.
Aspecto: Su sombrero es convexo al principio y luego se aplana, con un color gris oscuro y una textura lisa. El tallo es blanco y grueso.
Sabor y aroma: Su sabor es intenso y ligeramente picante, con un aroma afrutado a ciruela.
Temporada: De marzo a mayo.
Hábitat: Prados y bosques de montaña, especialmente en zonas húmedas.
3. Senderuela:
Un placer para los sentidos. Las senderuelas, con su color avellana y su forma de campana, crecen en corros en prados y bosques. Su aroma a almendras y su textura crujiente las hacen perfectas para salteados y revueltos.
Aspecto: Su sombrero es convexo y luego se aplana, con un color avellana o crema y una textura lisa. Se suele decir que recuerda al yelmo de Don Quijote por su mamelón oscuro en el centro. El tallo es fibroso y de color blanquecino y ocráceo.
Sabor y aroma: Su sabor es suave y ligeramente dulce, con un aroma a almendras muy característico. Sin duda una de las reinas de la cocina.
Temporada: Podemos encontrarlas tanto en primavera como en otoño.
Hábitat: Prados y claros de bosques, especialmente en zonas húmedas.
4. Perrechico o Seta de San Jorge:
Un clásico de la primavera. El perrechico, con su sombrero blanco y su tallo fuerte, es una de las setas más populares. Su sabor a champiñón lo convierte en un ingrediente versátil para infinidad de platos. Lo encontrarás en prados y zonas donde ya ha salido antes.
Aspecto: Su sombrero es convexo y luego se aplana, con un color blanco y una textura lisa. El tallo es blanco y fuerte.
Sabor y aroma: Su sabor es similar al champiñón, con un aroma bastante fuerte que nos recuerda al olor de la harina.
Temporada: De abril a junio. Es una seta exclusivamente primaveral.
Hábitat: Prados y zonas donde ya ha salido antes.
5. Boletus Pinícola:
Un regalo de la naturaleza. El boletus pinícola, con su sombrero marrón rojizo y su tallo grueso, es una de las setas más apreciadas. Su aroma intenso y su sabor a nuez lo convierten en un ingrediente de lujo para carpaccios, arroces, risottos y carnes. Lo encontrarás en pinares, especialmente después de las lluvias primaverales.
Aspecto: Su sombrero es convexo y luego se aplana, con un color marrón rojizo y una textura rugosa. El tallo es blanco y grueso, con una red de venas marrones.
Sabor y aroma: Su sabor es intenso y a nuez, con un aroma a pino muy característico.
Temporada: De primavera a otoño, especialmente después de las lluvias.
Hábitat: Pinares.
6. Seta de Cardo:
Un sabor único y propiedades beneficiosas. La seta de cardo, con su sombrero grisáceo y su pie blanco y largo, crece en terrenos calizos. Su sabor y textura la hacen ideal para guisos y sopas, aunque sin duda alguna, es una de las setas más versátiles, esta deliciosa en cada una de sus múltiples preparaciones. Además, posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
Aspecto: Su sombrero es convexo y luego se aplana, con un color grisáceo o marrón claro y una textura escamosa. El tallo es blanco y largo, con un anillo en la parte superior.
Sabor y aroma: Su sabor es ligeramente amargo, con un aroma a tierra y madera.
Temporada: De primavera a otoño.
Hábitat: Terrenos con caliza, especialmente en zonas húmedas.
7. Coprinus Comatus:
Un espectáculo de la naturaleza. El coprinus comatus, también conocido como seta de tinta, es una de las setas más curiosas. Su sombrero blanco y escamoso se desintegra en tinta negra al madurar. Su sabor delicado y su textura gelatinosa la hacen ideal para salteados y revueltos.
Aspecto: Su sombrero es ovoide al principio y luego se aplana, con un color blanco y una textura escamosa. El tallo es blanco y largo, con un anillo en la parte superior.
Sabor y aroma: Su sabor es delicado y ligeramente dulce, con un aroma a champiñón.
Temporada: De primavera a otoño.
Hábitat: Prados, jardines y zonas húmedas.
8. Seta de Chopo:
Un sabor otoñal en primavera. La seta de chopo, con su sombrero grisáceo y su pie blanco y largo, crece en zonas húmedas y a orillas de los ríos. Su sabor y textura la hacen ideal para guisos y sopas.
Aspecto: Su sombrero es convexo y luego se aplana, con un color grisáceo o marrón claro y una textura lisa. El tallo es blanco y largo, con un anillo en la parte superior.
Sabor y aroma: Su sabor es similar al champiñón, con un aroma a tierra y madera.
Temporada: De primavera a otoño.
Hábitat: Zonas húmedas y a orillas de los ríos.
Consejos para una recolección responsable:
- Respeta el medio ambiente: Recolecta solo las setas que necesites y deja que las demás sigan creciendo.
- Utiliza una cesta de mimbre: Permite que las esporas se dispersen y ayuda a la reproducción de las setas.
- Identifica correctamente las setas: Antes de recolectar una seta, asegúrate de que es comestible. En caso de duda, consulta con un experto.
- Informate de la normativa vigente de la zona donde vayas a recolectar, no todos los sitios son iguales.
¡Disfruta de la primavera y de las deliciosas setas que te ofrece el Alto Tajo!