Acueducto Romano de Zaorejas

Acueducto Romano de Zaorejas

El acueducto de Zaroejas, también conocido en la localidad  como «el puente romano» se encuentra a poco mas de un kilómetro al sur del casco urbano.

Para visitarlo, ya de por sí la bajada al barranco del arroyo Fuentelengua es espectacular, una vez abajo es increíble, un lugar solitario y de sosegada belleza, con un marcado camino que sigue el trazado del barranco y nos permite circular por él de manera cómoda, llegando a una pequeña área recreativa, donde se localiza la Fuente de los chonos.

La dominación romana fue breve en este territorio, pero a pesar de ello se pueden encontrar en el Parque Natural algunos vestigios como villas, vías y este curioso y desconocido acueducto romano, el único que se conoce en la provincia de Guadalajara. Atendiendo a sus características arquitectónicas ha sido datado en el siglo II d. C. durante el Alto Imperio Romano. Diversas teorías afirman que a través de esta obra hidráulica, se abastecía de agua a la villa romana de Carae, localizada en la actual localidad de Zaorejas.

Gran parte de su material constructivo ha ido desapareciendo para utilizarse en otras construcciones, como cerramientos o aterrazamientos de los terraplenes circundantes. En sus orígenes salvaba el desnivel formado por el barranco del arroyo de Fuentelengua y aprovechaba las aguas del paraje de la Barbarija, situado a unos 1260 metros de altitud.

Es complicado definir sus límites fuera de los restos visibles del acueducto, ya que el trazado en las laderas no es apreciable, solo se puede intuir, especialmente en la parte este, donde los restos que quedan están situados más próximos a la ladera. La parte mejor conservada en la parte central donde un impresionante arco dejaba paso a las escasas aguas que circulaban por el barranco, impidiendo su embalsamiento. El arco presenta una cuidada finalización con sillares bien acabados.

<< ¿Cómo llegar?

Para alcanzar la ubicación del acueducto romano de Zaorejas debemos dirigirnos al sur de la localidad. Una vez a la altura de la última fila de casas, tenemos que buscar la pista que desciende por el barranco  y desde ahí continuaremos por el sendero, que está señalizado, hasta alcanzar esta asombrosa construcción.

Encontrar el inicio del camino puede ser algo confuso, la manera más simple de hacerlo es subir hasta la era que hay detrás del Centro de Interpretación, donde se encuentra ubicada la plaza de toros, y una vez aquí, debemos darle la espalda a esta y caminar junto a los corrales del borde, hasta llegar al final de la era, donde encontraremos una calle que baja y gira a la izquierda, este será nuestro sendero.