Castro Celtibérico El Ceremeño

Poblado celtíbero con 2 épocas de ocupación

Dirección

Castro Celtibérico El Ceremeño

GPS

40.886406, -1.966034

Dirección

Castro Celtibérico El Ceremeño

GPS

40.886406, -1.966034

Castro Celtibérico El Ceremeño

El Castro Celtibérico de El Ceremeño es un pequeño poblado celtíbero situado estratégicamente sobre un cerro testigo a 1.067 metros de altitud que controla el valle del arroyo Saúco, el cuál acaba vertiendo sus aguas al río Gallo.

Conserva las estructuras defensivas y domésticas de dos poblados sucesivos que se pueden observar a simple vista. El primero, fechado en el siglo VI a. C., fue destruido por un incendio y sobre sus restos se volvió a construir un segundo  asentamiento, hasta el abandono del lugar en torno al siglo IV a. C. Esta característica es una de las más destacadas ya que rara vez, podemos ver estos dos procesos de ocupación tan claramente.

Numerosos trabajos se esforzaron en investigar este poblado para tratar de responder múltiples cuestiones , y gracias a esta exhaustiva investigación se puso al descubierto la necrópolis de Herrería con algunas tumbas sin urnas y otras, señaladas con estelas y túmulos de piedra cuyo nivel más moderno es coetáneo a la fase más antigua del poblado.

EL POBLADO Y SUS FASES

Se han conservado las estructuras defensivas y domésticas de los dos poblados sucesivos. El primero, sirvió de base para que, sobre sus restos se volviera a construir un segundo asentamiento hasta  que finalmente fue abandonado.

EL SISTEMA DEFENSIVO

Los ocupantes de El Ceremeño, para reforzar su posición natural construyeron inicialmente una potente muralla de piedra caliza, adaptada a las características topográficas del terreno, que reforzaría todo el perímetro del poblado, aunque se ha conservado mejor en los lados oeste y sur, que ha sido restaurada y acondicionada.

La anchura de la muralla es de unos 2-2,5 metros y se conservan unos 65 metros de largo (35 de ellos en el lado oeste y 30 en el lado sur). El tramo sur no tiene un trazado recto, sino que sufre una inflexión brusca hacia el exterior (para adaptarse al terreno y conseguir un mejor control visual). A su vez, el tramo del lado oeste presenta un codo o saliente que permitiría ejercer un mejor control sobre esta zona de la muralla.

En el segundo momento de ocupación se reforzaría esta muralla construyendo una torre rectangular (6 por 4 m) en el ángulo de unión de los dos tramos amurallados, construida hacia el interior en vez de sobresalir al exterior. Esta elevación serviría como punto de observación del entorno y para controlar el lado sur, hasta la puerta de acceso al poblado, mientras que por el oeste se completaría con el codo, al que se le añaden sendos contrafuertes, para conseguir un completo control visual del valle.

EL ESPACIO INTERIOR

En el interior se disponen las viviendas, rectangulares y adosadas entre sí, siguiendo el modelo de “calle central”, habitual de muchos poblados durante la Edad del Hierro. Constan de dos o tres estancias interiores: el vestíbulo, la gran habitación central donde se situaba el hogar y la despensa al fondo donde se guardaban las provisiones.

En el nivel inferior, que corresponde al poblado más antiguo, se han podido diferenciar nueve viviendas, ordenadas con un esquema que responde al modelo característico de “calle central”. Cinco de estas casas están adosadas entre sí y alineadas a lo largo de la muralla sur y con la puerta hacia la calle interior, mientras que dos apoyan su parte trasera sobre la muralla oeste y sus puertas se orientan hacia el espacio interior, oscilando su tamaño entre 35 y 50 m2.

El segundo poblado se estructura, manteniendo el modelo de “calle central”, paro separando el espacio por medio de un muro, dispuesto en dirección este oeste. Se crearon así  dos barrios que están constituidos cada uno de ellos por dos hileras de casas, una de ellas descansa su parte trasera sobre el tramo de muralla correspondiente (norte o sur) y la otra lo hace adosando su parte trasera al muro central. Se han podido delimitar 28 viviendas (de las que se han excavado sólo 9) de planta rectangular y casi idénticas medidas entre los 17 y 19 m2, más pequeñas que las de la fase antigua

LA NECRÓPOLIS (NO ES VISITABLE)

La interesante información que aporta el poblado se ha visto complementada por el descubrimiento de la necrópolis (1.997) cerca del castro, junto al pueblo de Herrería, en la vega, pero al otro lado, en la margen izquierda del río.

Se han documentado cuatro fases de enterramientos superpuestos, pero, al parecer, sólo una de estas corresponde a las gentes que ocuparon el poblado. Practicaban el rito de la incineración de los cadáveres con sus objetos personales, para enterrar los restos de la incineración en un hoyo en el suelo, diferenciando algunas tumbas mediante círculos de piedras o empedrados tumulares.

Recomendamos encarecidamente, que si le resulta interesante, complete la información con la visita guiada a El Ceremeño que puedes solicitar aquí mismo. El castro está perfectamente señalizado y acondicionado como un pequeño museo al aire libre. Además la zona arqueológica de Herrería puede complementar perfectamente nuestra visita si nos acercamos a visitar la reconstrucción, en el parque de la localidad, de los distintos tipos de enterramientos aparecidos en la necrópolis y un interesante museo donde nos desvelan todos sus secreto.

<< ¿Cómo llegar?

El Ceremeño se encuentra en frente del pueblo de Herrería. Se llega a través de la carretera N-211 en dirección a Molina de Aragón. Al llegar a la altura del pueblo de Herrería hay que coger un camino que sale al otro lado de la carretera, indicado por un cartel que reza castro celtibérico y, tras recorrer unos 200 m, se llega al pie del pequeño cerro donde se asienta este poblado antiguo, y donde podremos dejar nuestro vehículo aparcado en una pequeña explanada acondicionada como aparcamiento.

 

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