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Barranco del Ciño Negro

Espectacular y desconocido pese a donde esta

Dirección

Barranco del Ciño Negro

GPS

40.778608600362, -2.156103970015

Dirección

Barranco del Ciño Negro

GPS

40.778608600362, -2.156103970015

Barranco del Ciño Negro

En el término municipal de Zaorejas, se encuentra uno de los barrancos más solitarios y salvajes, el barranco del Ciño Negro, el cuál es el encargado de la formación de una de las cascadas más impresionantes y conocidas de todo el Parque Natural del Alto Tajo.

Este barranco está formado por calizas, las cuales, con el paso del tiempo y la erosión, se han modelado dando como resultado un paisaje de formas redondeadas, con huecos, torreones sueltos, puentes entre rocas y tormos, muy típicos de estas zonas de Guadalajara y Cuenca, que de tener un mayor tamaño pasarían a calificarse como «ciudades encantadas«.

Recorriendo el interior del Ciño Negro nos vemos inmersos en una meseta rodeada de altas paredes rocosas, las cuáles están repletas de vida de las numerosas especies rupícolas que encuentran en estos cortados y huecos el lugar perfecto para anidar.

Veremos que el Ciño Negro está recorrido por un arroyo, el cuál baja seco a no ser que caminemos por este maravilloso enclave justo después de una gran tormenta o en primaveras muy lluviosas después de inviernos muy fríos donde la nieve ha sido abundante. Esto no quiere decir que el resto del año vaya seco, su caudal sigue fluyendo, pero bajo nuestros pies.

Nos encontramos en lo alto del edificio travertino, el cuál podríamos imaginarlo como un queso Gruyèr, lleno de túneles y cavidades por las que el agua se filtra por el subsuelo. Pero ese agua, después de una zona de antiguas huertas, consigue salir a la superficie formando una pequeña laguna de aguas turquesa que suele estar inundada todo el año.

Esta laguna es la que alimenta a la conocida cascada de la Escaleruela, cuando el edificio tobáceo se llena, el agua sale al exterior en este punto, se desborda y conduce esas aguas hasta el límite del precipicio sobre el Tajo, es aquí donde estas aguas subterráneas, repletas de materiales calizos, depositan esos materiales antes de precipitarse formando cada vez nuevas rocas que van haciendo crecer muy lentamente esta bonita cascada.

El paseo por este pacífico barranco es imprescindible si queremos comprender un poco mejor como se formo esta caída de agua, aunque también representa por sí solo una experiencia inolvidable en plena y salvaje naturaleza.

La exuberante vegetación que aquí crece sin control, la abundancia de animales y aves tanto forestales como rupícolas y las bonitas vistas que nos regala el Ciño Negro le dan la relevancia necesaria para conocerlo por sí solo, y para ello existe la posibilidad de hacer una pequeña ruta por cómodas pistas que tiene una distancia de 8 kilómetros ida y vuelta.

Subiendo por el acceso al Mirador de Zaorejas, encontramos, una vez arriba, un desvío señalizado que nos indica el acceso a las paradas 6 y 7 de la Georuta 4. Aquí podemos dejar nuestro vehículo a un lado del camino y comenzar a descender por el camino de la derecha que en poco más de 40 minutos nos habrá hecho caminar atravesando el Barranco del Ciño Negro para asomarnos justo por encima de la cascada de la Escaleruela.

 

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