Mientras nuestras vidas se asemejan a una carrera contra el reloj, venir al Alto Tajo es volver a conectarnos con el valor del tiempo, es tomarse el tiempo para reconectarse con uno mismo. Vivir plenamente el presente, volver a sentir las estaciones, observar, escuchar todo lo que la naturaleza tiene para decirnos. En un sendero, en la cima de una montaña, al borde de un río… ¿Y si desaceleras?